La descripción de los paisajes que ofrece el autor
de las anteriores impresiones contiene muchos referentes para intuir cómo
estaba construido, habitado y sentido el espacio del Valle y evidencia, además,
los murmullos de una transformación que comenzaba a orquestarse a finales del
siglo XIX y que se consolidaría en el siglo XX: la industrialización. La
referencia específica a la presencia de cañamelares
o cañadulzales en las plácidas vegas
retrata bien la importancia de las vegas del rio Medellín para la vida
económica, social y cultural del Valle de Aburrá.
El Valle de Aburrá es una subregión del departamento
de Antioquia, ubicado en la cordillera central de los Andes, en el centro-sur
de este departamento. Es una llanura alargada, no muy ancha, en medio de las
montañas andinas. El valle es la cuenca natural del río Medellín, cuyo cauce lo
recorre en sentido sur-norte. Para el historiador Alejandro Rojas
Lo que se llamó Valle
de Aburrá, fue en realidad un cañón escondido en medio de las montañas
antioqueñas, cruzado a lo largo por el río Medellín; comenzaba al sur en una
pequeña planicie donde se levantó la población de Caldas, para estrecharse en
el sitio llamado Ancón, y de allí nuevamente se abre para alcanzar su mayor
amplitud, en donde se establecieron Envigado al oriente, Itagüí y la Estrella
al occidente, y Medellín y sus distritos en el centro. Nuevamente vuelve a
estrecharse para más adelante abrirse en las poblaciones de Bello y Copacabana.
(2008: 143)
En
el Valle de Aburrá hubo una importante presencia de caña de azúcar que aportó a
la consolidación económica y cultural de la ciudad de Medellín y de los
municipios que hoy conforman el Área Metropolitana del Valle de Aburra. Según
el antropólogo Julián Estrada, sería hacia el siglo XVIII que se comenzó a
cultivar la caña de azúcar, especialmente en los municipios de Copacabana,
Barbosa y Girardota, donde simultáneamente se fundaron los trapiches en los que
se producía la panela (Estrada:1972:345).
Sería
la crisis minera que llevó al agotamiento de las minas de Santafé, Zaragoza y
Cáceres (Correa R.:2008:10) lo que propiciaría, después de 1630, la siembra de
la caña y otros productos en el Valle de Aburra. Al respecto, una tesis sobre
la historia económica de Copacabana
entre 1910-1950, autoría de Alejandro Rojas Castillo,
añade que la caña,
dio impulso a la
formación de nuevas haciendas y fortaleció el flujo migratorio hacia el Valle
de Aburrá. Como producto de la crisis muchos propietarios de minas y de
esclavos diversificaron sus inversiones para producir ganado, caña, maíz y
otros productos agrícolas. Así mismo, el descubrimiento de minerales en los
Osos y Guarne, a mediados del Siglo XVIII, revitalizó la economía del Valle del
Aburra, desde donde se enviaban todos los abastecimientos. (Rojas:2008)
Es
así que en algunos relatos históricos oficiales sobre la fundación de estos
municipios, es reconocida la vocación agrícola y en especial, la siembra de
caña como una actividad de importancia regional. Un ejemplo es el del municipio
de Copacabana que en su reseña histórica dice que “para el año de 1804 era una
de las regiones principales de cultivo de caña de azúcar que servían para
abastecer a todo Medellín” (Arango: 1978: 225). Y en la de Girardota, publicada
en el portal de internet de la Alcaldía (Alcaldía de Girardota: s.f), se dice
que,
a
finales del siglo XVIII se impulsó el cultivo de la caña de azúcar […] para el
año de 1912 la extensión ocupada en la producción de caña en el municipio de
Girardota alcanzaba los 24 km. cuadrados, lo cual equivalía a un 28% de la
tierras en producción agrícola […] proporción que se incrementó hasta ocupar la
mayor parte de las tierras agrícolas del municipio y convertirse en su
principal actividad económica.
También
publicaciones de carácter regional hacen eco a esta característica que define
la vocación y la actividad económica que se ha destacado en la historia del
municipio de Girardota. Así, la revista Distritos en 1967 reseñaba al municipio
así,
Girardota
es un municipio especialmente agrícola y su principal actividad es el cultivo y
beneficio de la caña, […] es el primer productor de panela para atender la
demanda de este artículo de primera necesidad en el comercio de Medellín
(Distritos:1967).
Por su parte, en la reseña histórica del municipio de Barbosa
se lee que,
El
cultivo de la caña se popularizó desde 1880, cuando don Pepe Sierra compró
terrenos e instaló trapiches en Graciano, San Diego, Canaán, Llano Grande, para
producir panela a gran escala y vender la tapetusa Guarreña (Alcaldía de
Barbosa: s.f).
Cabe
hacer hincapié en el nombre de José María Sierra (1848-1921) o “Don Pepe
Sierra”, habitante de Girardota que pasaría a la historia porque llegó a ser el
hombre más rico de Colombia, “siendo de origen humilde, acumuló y administró
una de las mayores fortunas del siglo XIX y principios del XX” (Molina: 1991). Según
los relatos, la acumulación de fortuna la inició en la juventud, dedicando gran
parte de su tiempo a la cría de ganado, a las mejoras de terrenos para la
siembra de caña y a la fabricación de panela. Su capital se “consolidó en la
madurez con el remate de las rentas; y finalmente la invirtió en bienes raíces”
(Molina: 1991). Alberto Uribe describe a don Pepe Sierra así,
Don José María
Sierra, oriundo de la población
antioqueña de Girardota, experto en gallos de pelea, arriería, trapiches
paneleros, cañadulzales y un poco también en la destilación del incomparable
“Tapetusa”, remató las rentas de Antioquía y Caldas, que por entonces
conformaban un solo departamento; las de Cundinamarca y las de Cauca grande,
contando para su aventura con un ya saneado capital, su intuición de
industrial en ciernes y sus innatas características del infuso
economista... instaló “sacatinas” o “micos” en municipios estratégicamente
colocados para una correcta distribución de sus destilados, especialmente en aquellos en donde se cultivaba la caña de
azúcar, productora de la materia prima para la industria de los alcoholes
(Uribe: 1973:23).
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